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lunes, 5 de agosto de 2013

SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA

¿  Cansado? , ¿Dolor de cabeza?, ¿Fiebre?, si sientes algunos de estos síntomas, entre otros, no te auto-mediques podría el SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA. El síndrome de fatiga crónica es una afección muy difícil de diagnosticar y que no se acaba de entender por completo. A pesar de tratarse de un problema físico, también tiene componentes psicológicos. Esto significa que una persona con síndrome de fatiga crónica puede presentar síntomas físicos, como dolor de cabeza o de articulaciones. Pero la misma persona puede presentar también síntomas emocionales, como pérdida de interés en sus actividades favoritas.
Para complicar todavía más las cosas, distintas personas con síndrome de fatiga crónica pueden presentar síntomas diferentes. Y los síntomas del síndrome de fatiga crónica a menudo se parecen mucho a los de otras enfermedades, como  la depresión. 
Todo esto hace que el tratamiento de esta enfermedad resulte un poco más complicado ya que no hay ninguna medicación ni ningún tratamiento aislado que permita resolver todos sus síntomas.
Los científicos llevan más de 20 años estudiando el síndrome de fatiga crónica, pero siguen sin saber con seguridad qué es lo que lo provoca.
Actualmente, muchos médicos creen que la forma en que interactúan ciertas afecciones con el cuerpo y la mente puede predisponer a algunas personas a padecer este síndrome. Por ejemplo, si alguien contrae una infección vírica y está bajo mucho estrés, la combinación de estos dos factores puede predisponer a esa persona a desarrollar un síndrome de fatiga crónica.
Hoy en día, los médicos creen que los siguientes factores pueden interactuar, exponiendo a algunas personas a desarrollar un síndrome de fatiga crónica:

  • Infecciones. Los expertos se han preguntado si determinadas infecciones, como la del sarampión o la del virus Epstein-Barr (el que provoca la mononucleosis) incrementan el riesgo de padecer síndrome de fatiga crónica. El papel que desempeña el virus Epstein-Barr en el síndrome de fatiga crónica sigue siendo objeto de debate, ya que los estudios no han permitido confirmar ninguna relación causal.
  • Problemas en el sistema inmunitario, como las alergias.
  • Estrés emocional. Los científicos han constatado que las personas con síndrome de fatiga crónica a veces producen menos hormonas del estrés, como el cortisol, lo que puede afectar al sistema inmunitario.
¿Cómo puedes saber si tienes síndrome de fatiga crónica?
  1. Fatiga inexplicable que dura seis meses o más. Las personas con síndrome de fatiga crónica están agotadas, y su cansancio y falta de energía puede durar meses, sin que haya una causa evidente del mismo. Este tipo de fatiga hace que resulte sumamente difícil levantarse de la cama por la mañana, vestirse e incluso comer. Y repercute sobre los estudios, el trabajo y el ocio  incluso sobre actividades como ir al cine o tocar un instrumento musical. El síndrome de fatiga crónica no mejora reposando o durmiendo.
  2.  Síntomas:
    • problemas de concentración y memoria a corto plazodolor de gargant
    • ganglios linfáticos inflamados y dolorosos al tacto
    • dolor muscular
    • dolor articular en ausencia de inflamación o enrojecimiento
    • dolor de cabeza más fuerte o distinto del habitual
    • sueño reparador (es decir, no sentirse descansado ni siquiera después de dormir)
    • cansancio o agotamiento que dura más de 24 horas después de hacer ejercicio físico

En la actualidad, no hay ninguna prueba aislada que permita saber si una persona padece el síndrome de fatiga crónica. Puesto que esta enfermedad puede ser difícil de diagnosticar, los CDC (Centers for Disease Control and Prevention - Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) han establecido dos criterios para guiar a los médicos en el diagnóstico del síndrome de fatiga crónica:
Para que a una persona le diagnostiquen un síndrome de fatiga crónica, deberá tener tanto fatiga de larga duración como cuatro o más síntomas de la lista anterior.

¿Cómo se trata el síndrome de fatiga crónica?

No se conoce una cura específica para el síndrome de fatiga crónica. Pero, aunque no hay ningún tratamiento rápido y definitivo, los expertos afirman que los siguientes cambios en el estilo de vida pueden ayudar:
  • Incluye un programa de ejercicios, regular y cuidadosamente diseñado, en tu rutina diaria. El ejercicio físico puede tener efectos curativos, ya que aumenta los niveles de energía y favorece la sensación de bienestar. No obstante, las personas con síndrome de fatiga crónica deben tomárselo con calma a la hora de practicar cualquier actividad física que requiera esfuerzo. El nivel de tolerancia de cada uno es distinto. En 1999, la estrella del fútbol Michelle Akers, que padece síndrome de fatiga crónica, jugó la mayor parte del partido de la Copa Mundial de Fútbol antes de tener que retirarse por agotamiento en los últimos quince minutos. Pero, para una cantidad reducida de personas, el síndrome de fatiga crónica es tan debilitante que el único ejercicio físico que pueden hacer es unos cuantos estiramientos de brazos o levantar objetos poco pesados. 

  • Utiliza técnicas de control del estrés y de reducción del estrés. Te las puede enseñar un médico, psicólogo o terapeuta — estas técnicas son unas estrategias estupendas para controlar determinados aspectos de la enfermedad.

  • Aliméntate de forma saludable.  Los médicos coinciden en que las personas con síndrome de fatiga crónica deben evitar las comidas copiosas, el alcohol, la cafeína y grandes cantidades de comida basura. Algunos dietistas o nutricionistas titulados elaboran menús y programas dietéticos para ayudar a reducir los síntomas de fatiga.

  • Considera la medicina "alternativa". La acupuntura, el reiki, el masaje, los estiramientos, el yoga y el tai chi parecen ayudar a mucha gente afectada por el síndrome de fatiga crónica —pero es una buena idea que informes a tu médico sobre cualquier otro tratamiento a que te sometas.



    Cristian Avilés
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